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EL ESQUEMA PONZI EN LOS REMATES INMOBILIARIOS
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El día de hoy quiero hablarte de un sistema fraudulento que ciertas empresas, entre ellas algunas de remates, implementan para estafar a sus clientes.
Me refiero al sistema Ponzi, también conocido como sistema piramidal.
Dicho sistema de timo se originó en los años 20, y fue orquestado por Carlo Ponzi, un italo-americano que convenció a muchas personas de invertir en bonos y cupones que podían cobrarse más caros en Estados Unidos que en Europa, lo que generaría un valor excedente. Sin embargo, Ponzi no estaba comprando dichos cupones con las ingentes cantidades de dinero que recibió, sino que pagaba un rédito a un primer grupo de personas con dinero de un segundo grupo, y al segundo grupo con dinero de un tercero, sin que existiera un esquema de inversión real. Es decir, sólo se podía recibir dinero si se “llevaban recomendados” para hacer crecer el “negocio”.
Claro que esto terminaría por ser insostenible, al no existir capital que soporte tantos movimientos. El objetivo de esta clase de embuste es generar mucho dinero para quien lo implementa, quien terminará desapareciendo con tremendas sumas, dejando detrás mucha gente que habrá perdido su inversión y, según sea el caso, sus sueños, sus ahorros o su capital para emergencias.
Carlo Ponzi fue encarcelado dos veces, si bien en ambos casos salió pagando fianzas y repitiendo su estafa en distintos lugares y con distintas promesas.
Ahora bien, ¿cómo es que esto ocurre en un negocio tan particular como pueden ser los remates judiciales y bancarios?
A diferencia de una empresa debidamente constituida y con experiencia en la compra de cesiones y remates, las que se dedican a cometer fraudes no tienen cartera real de casos, sino que usan aquellas que otras empresas publicaron en su momento y que dejaron de ser vigentes para ofrecerlas como casos recientes.
Como es de esperarse, piden anticipos, enganches y elaboran engorrosos contratos para atar de manos a los incautos que les dan su dinero. Algunos clientes reciben alguna clase de retribución por meter más gente al negocio, pero la cadena no dura mucho, y al no existir soporte financiero alguno, los operadores de tal estafa simplemente se dan a la fuga. En ocasiones las autoridades logran frenarlos y aprehenderlos, pero no son muchos los ejemplos.
Es por eso que insisto mucho en apegarte a simples medidas de precaución para no caer en la garras de tales empresas dedicadas al hurto. No comprar a terceros, pedir la revisión de papeles, no dar enganches ni anticipos, y cotejar que la compra es con bancos, juzgados civiles y ante notarías. No olvidemos también que no te pueden prometer tiempos exactos de entrega, ya que las leyes no establecen tiempos concretos ni se contemplan diversos factores, como los recursos que un deudor pueda interponer.
Se trata de tu dinero. Cuídalo y hazlo crecer de manera inteligente.